viernes, diciembre 08, 2006

Descubriendo el País de Nunca Jamás

Debo reconocer que la historia de Peter Pan siempre fue una de mis favoritas desde que era niña, especialmente me fascinaba el hecho de la libertad de Peter y su capacidad de volar, unido a un mundo donde existen hadas, sirenas y piratas, hace la composición perfecta para una historia inolvidable

Pero ahora, ¡Vaya pélícula!. Con un guión soberbio, y un reparto que parece sacado de cuento de hadas para ponerlo aquí, Johnny Depp y Kate Winslet nos regalan un par de roles memorables en una historia actuada con magia y con dulzura, con drama en justa proporción, y con una narración cinematográfica impecable, con cámara, luz y música excelsas, y con un toque temporal único, un completo viaje a otro sitio, a ese “Nunca Jamás” anhelado, a ese lugar donde se haya la paz, el amor, el toque infantil, la certeza de que todo es correcto.


Con actuaciones soberbias en los secundarios (una adorablemente odiosa Julie Christie y un bonachón Dustin Hoffman) y en los niños (destacando un Peter mágico en la piel de Freddie Highmore), toda la producción resulta mágica y llena de méritos, con vestuario de época y elementos teatrales destacados en el juego de puesta en escena de una obra.

Peter Pan está más vivo que nunca, y la historia que dio pie a la creación del personaje, a través de esta familia que se gana el tiempo y amor del autor, es una delicia completa, una muestra de amistad y amor como pocas veces se filma, y una historia increíblemente humana y poderosa. El amor narrado es tan sublime, tan puro, que destaca no sólo el rol menor del juego de moral y sus costumbres, sino la absoluta falta de malicia, presente hasta en la ausencia de peso sexual.

Llena de simbolismos (hay un juego comparativo tremendo en las habitaciones de la esposa y del autor, con luz como elemento clave, por ejemplo) y de juegos del pensamiento de la época, el guión es llevado a la pantalla en forma impecable. El director Marc Forster cambia de giro y nos vuelve a ofrecer una historia llena de poder emocional. Una joya completa, que le coloca en altos sitios del universo creativo, y del poder de jugar con nuestras emociones con el encanto del niño que tiene un nuevo juguete.


La secuencia completa de la puesta en escena de la obra en cuestión, con la sorpresa que el autor nos prepara entre los espectadores, y con el desenlace adivinado pero no por ello menos poderoso, son de esas que pasarán a los libros de cine, a los libros personales, y a las páginas de ese celuloide que nos llevamos al mundo interior, donde jugamos con piratas y cocodrilos.

Con la película, y cononociendo además de todos los méritos fílmicos de esta cinta, probablemente logrará que muchos quieran aún más a la historia original de ese niño-adulto, o que se sumerjan por vez primera en ella con nuevos ojos, unos ojos más parecido a los del niño que jamás debió dejar de serlo.

Indispensable para los que gustan de la magia (de la del cine y de la del mundo real y el mundo fantástico de cada uno), necesaria para los que aspiran a bocanadas de amor y de drama necesarias para poder volar, y única en su totalidad. Una grata muestra de que es posible volar sin alas, de que es posible reír y llorar con gusto en las salas de cine, sintiéndonos niños-adulto y sin avergonzarnos, y de que el cine sigue siendo un medio mágico, perfecto complemento de la magia entre líneas.


Una obra maestra, una oda para mantener al niño interior vivo, una de esas que, cuando uno termina quitándose las lágrimas de gozo y de tristeza, se queda grabada en el alma, esa alma que debiera seguir con polvos mágicos en vez de sólo empolvándose con el paso del tiempo.

9 comentarios:

Dalia dijo...

esta es una de mis películas favoritas, no solo tiene la magia de Johnny Depp quien es mi actor favorito, sino que está dedicada a James M. Barry, el autor de Peter Pan que es mi cuento favorito.

A parte de estos antecedentes, esta película es sensacional, llena de momentos hermosos y mágicos, sensibilidad, tristezas y alegrías. 100% recomendable para todas las personas de todas las edades.

pon dijo...

Jo la de pelis que tengo que ver.
Gracias guapa.

Anónimo dijo...

Pues pensaba que yo era la única atrasada por ver cine... A ver cuando conincide que Dalia comenta algún clasico (antiguo) y resulta que la ví....jejejje... Y sí, la lista empieza a ser interminable.

Anónimo dijo...

A ver que sigo, porque mi nuevo cacharro va por su cuenta y responde a su bola dejandome con la palabra en la tecla y al minimo roce se dispara y me duplica ...enfinsss
Que decía que además, como cuando tengo el ratito me dedico a la historia que ya sabemos todos, pues eso, que se me acumulan los deberes.
Besos Dalia y gracias por las recomendaciones.

Anónimo dijo...

En su dia no pude verla en el cine, y me quedé con las ganas.

Gracias Dalia,tomo nota.

Besines.

Dalia dijo...

Si no la han visto, se han perdido de una muy hermosa película, además, las actuación de Johnny Depp es tan bella y excelente que fue nominado al Oscar como Mejor Actor y a otros premios más por Finding Neverland.

Además, el pequeño que hace el papel de Peter, el niño que inspiró la historia de Pan, es espectacular, el niño destila talento y dulzura sin par.

Rosa dijo...

He visto está película, como tres veces, y en las tres me ha emocionado igual. Sí, esa magia que el escritor recrea, ese niño que llevamos dentro y del que nunca deberíamos olvidarnos.
No sé para cuando será el Oscar para este estupendo actor, ya hace mucho que se lo merece, pero la Academía no pasa de nominarlo.
Mi escena favorita, y la que me hace llorar a mares, es cuando él le lleva los personajes a su casa y monta la obra para ella, ya enferma.

Está es una de mis películas favoritas, gracias amiga por traerla a tú espacio de cine.

Alas dijo...

La ví y lloré (si me disculpas la expresión) a moco tendido...qué hermosura de película...y Johnny, maravilloso como siempre, conmovedor...

Dalia dijo...

Amigos la escena de final, esa donde Peter y James están sentados juntos en el parque en un banco, que tristeza y que belleza de escena. El diálogo es conmovedor, la carita del niño, la dulzura de Johnny como actor es inigualable.